El Ministerio de Cultura tiene menos de 5 años de creación, pero hasta ahora no ha logrado posicionarse como una entidad fuerte que impulse políticas culturales coherentes. Su creación misma estuvo envuelta en cierta polémica. En honor a la verdad, para tener una Institución cultural estatal fuerte y consolidada, no era necesario darle rango de Ministerio. Bastaba decisión política y empoderamiento económico para que deje de depender del Ministerio de Educación y que sea una entidad autónoma con presencia y decisión política.

México y Chile son dos ejemplos muy exitosos donde existen Institutos con mayor fuerza y presencia en la política nacional que nuestro oneroso Ministerio. Hablo por supuesto, del INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia) y el CNCA (el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes).

En los últimos años, el Ministerio de Cultura ha devenido en una especie de entidad administrativa que tramita permisos - necesarios e indispensables, vale la pena acotar - para la ejecución de proyectos públicos y privados. No obstante, la que debería ser su principal función: impulsar la cultura, las artes y la educación (formal, no formal e informal) ha sido limitada, cuando no ha pasado desapercibida. 

Es un tema que podría ser objeto de un detallado y largo análisis, pero quiero centrarme en un asunto vigente y complejo:

El Rally Dakar

El Rally Dakar 2016 es un tema espinoso y polémico que involucra muchísimos intereses políticos y principalmente, económicos. En Chile decidieron prescindir del mismo a raíz de los eventos climáticos que azotaron a la región y que suponen una inversión en reconstrucción y fortalecimiento. Esperen... ¿acá no ocurrió lo mismo acaso?

Sin embargo, otro factor que puede haber pesado en dicha decisión es la fuerte resistencia de parte de los gremios culturales quienes se opusieron desde un inicio a que el rally pasara por un territorio altamente vulnerable en términos arqueológicos y palentológicos... esperen, ¿acá no tenemos la misma situación acaso?

No, en realidad no es la misma situación. Es mucho peor. Nuestros desiertos costeros están repletos de evidencias arqueológicas y paleontológicas y no existe un catastro actualizado que permita trazar un ruta que no afecte patrimonio cultural de la nación. Así de simple.

Y no se trata de ponernos patrimonialistas y caer en la insensatez de defender absolutamente cualquier evidencia cultural por encima del desarrollo urbano, económico, de infraestructura, etc.

Pero, si a cualquier empresa pública y privada (al menos en el papel...) se le exigen estudios de evaluación arqueológica y posterior monitoreo arqueológico, ¿Por qué el Rally Dakar debería estar exento de estos mismos requisitos? Su impacto es aún más grande, por la naturaleza y envergadura de este evento. Pueden revisar este post, este y este otro, para entender la magnitud del daño causado por las anteriores ediciones.

Hace algunos meses se hizo un escándalo mayúsculo por la "actividad" realizada por GreenPeace en el Colibrí... bueno, ese atentado cultural resulta irrisorio a comparación de lo que los anteriores Dakar han hecho en nuestro territorio. Los geoglifos alterados y los fósiles pulverizados tal vez no tengan la notoriedad del mítico Colibrí, pero no por eso el daño es menor o menos grave.

Los artículos y posts mencionados donde se detallan los daños del Rally Dakar 2012 y 2013, son todos de ciudadanos y profesionales independientes que querían denunciar aquello que el Estado callaba en pro del "turismo y desarrollo económico". Lamentablemente el Ministerio de Cultura guardó silencio frente a estas denuncias.

Desde el anuncio de un nuevo Rally Dakar para el 2016, muchas han sido las voces de alerta y protesta que se han levantado, nuevamente de ciudadanos y profesionales independientes. Pueden leer aquí y aquí.

Hasta el momento, el Ministerio de Cultura solo ha publicado un escueto comunicado donde indican:

El Ministerio de Cultura, habiendo tomado conocimiento por los diversos medios de comunicación de la realización del Rally Dakar 2016, informa lo siguiente:

1.- La Dirección General de Patrimonio Cultural y la Dirección General de Patrimonio Arqueológico Inmueble no han recibido comunicación sobre las rutas y el desarrollo del evento.
2.- El Ministerio de Cultura garantiza que en ningún caso el desarrollo de dicha actividad pueda atentar contra algún bien del Patrimonio Cultural de la Nación.
3.- El Ministerio de Cultura reafirma su compromiso de defensa irrestricta del patrimonio de todos los peruanos.

16 de abril de 2015

Algunos comentarios al respecto: ¿El Ministerio de Cultura tomó conocimiento del Rally Dakar por los medios de comunicación? ¿No debería ser esta entidad, junto al Ministerio de Ambiente, consultada sobre la realización de un evento que directamente atañe sus competencias? ¿De qué forma garantiza que no se atentará contra algún bien del Patrimonio Cultural de la Nación?

A meses de la realización de este evento, hay demasiadas preguntas sin respuestas y nula comunicación de parte del Estado. El Ministerio de Cultura aún tiene tiempo de pronunciarse y de tomar medidas y acciones que frenen este nuevo atropello cultural. Esperamos que no se queden de brazos cruzados, como en las anteriores ediciones.