¿Coco Cuba?
Reflexiones y contradicciones del primer gran desfile de alta costura en la capital de Cuba
Hace 2 o 3 años imaginar un desfile de la firma Chanel en Cuba hubiera sido impensable. Una broma de mal gusto acaso.
Hoy eso ha cambiado. La firma Chanel ha presentado su última colección llamada Crucero en un fastuoso desfile de modas con presencia del mismísimo Karl Lagerfeld y de las principales musas de Chanel junto a artistas, modelos y estrellas en el Paseo del Prado en el centro de La Habana.
El desfile, como todo lo que hace Chanel, ha sido un magno evento lleno de todos los lujos imaginables combinados con todos los elementos posibles que griten "Cuba": los viejos automóviles americanos que son ya un sello característico de la ciudad, cocteles cubanos, música cubana, conga, rumba y fiesta en lo que se ha denominado una "experiencia genuinamente cubana" (habría que preguntarse, genuina para quién).
Un artículo del Huffington Post sobre el desfile inicia diciendo: "La firma Chanel recuperó hoy el glamour de Cuba en los años cuarenta y cincuenta en un insólito desfile en La Habana para presentar su nueva colección Crucero, en la que también se vieron guiños a la Revolución, con prendas verdeolivo y gorras al estilo Che Guevara, junto a estampados étnicos de inspiración afro-cubana"
¿En serio? ¿Guiños a la revolución?
Este desfile me deja una sensación muy agridulce... La colección es espectacular sin lugar a dudas, pero ¿Hacer un desfile de alta costura VIP en Cuba (SIN los cubanos obviamente)? ¿Qué tiene que ver todo esto con Cuba realmente?
Yo fui una de las que celebró el fin del bloqueo a Cuba y el reinicio de las relaciones diplomáticas entre USA y el régimen castrista. La revolución hace ya muchísimo tiempo que había cumplido su ciclo y nuevos vientos podrían y deberían soplar para la isla. En donde LA GENTE pudiera sentirse libre de hacer, vestir, decir. Un nuevo comienzo más democrático.
Por eso mismo esta esmerada frivolización de lo cubano y de lo que representa me genera cierta repulsión. Chanel hizo su super evento cubano cuidando hasta el más mínimo detalle... y se "olvidó" de invitar a los cubanos. Son ellos los que hacen que todo eso exista. Son el alma de ese "sentir cubano" con el que se disfrazaron para sentirse cool.
Las últimas tendencias con etiqueta smart casual que exigía la invitación al desfile contrastaba con la estampa, más popular y cotidiana, que se veía en los balcones de los desvencijados edificios de fachadas desconchadas de los alrededores.
http://www.huffingtonpost.es/2016/05/04/chanel-cuba_n_9835826.html?ir=Spain
El pueblo cubano, el de a pie, no disfruta de esta experiencia. Está lejos de su realidad. Ellos no aparecen en las fotos ni toman cocteles de frutas.
Sí, la moda es frívola. La alta costura es frívola, más que nada en el mundo. No negaré mi afición por ella tampoco. Es un placer culposo. Pero, ¿podría haber sido diferente?
¿No habría sido bonito vestir también a cubanas de verdad? Hacerlas desfilar por sus propias calles, rodeadas de las sonrisas de sus vecinos. Y hacer un evento multitudinario, no clasista, celebrando que las puertas se han abierto (y que ya pueden poner sus tiendas de Chanel ahí...). E igualito podría haber sido un magno evento con modelos y artistas y los coctelitos y los carros y todo eso.
Pido mucho seguro.